domingo, 21 de noviembre de 2010

I'm not gonna teach him how to dance with you

Los globos le hacían entrar en pánico.

De cualquier manera, Bebo entró al mundo más maravilloso que jamás hubiera imaginado. Había millones de colores a su alrededor, y más allá de su horizonte, una mesa repleta de los dulces que más le gustaban. Extasiado siguió caminando por donde lo guíaba (quizás, arrastraba) mamá, le dio una especie de servilleta con un poco de aquellos y lo dejó sentado en una esquina apartada del jardín.

Cuando aquel vacío congénito empezaba a causar estragos en él y las primeras lágrimas subían a sus ojos, apareció ella.

Se sentó a su costado y comieron en silencio.

-. Hola Bebo

-. Hola Beba

(Bebo no gustaba de la compañía eventual de Beba)

(Beba tampoco)

-. ¿Sabes, Bebo? el otro día me pasó algo increíble.

-. ¿Qué? (suspiro en señal de desgano)

-. Estaba en el jardín durante mi recreo y de pronto un pajarito cayó de su nido, lo tomé con mis manitas y con ayuda de mis profesoras y amiguitas le dimos agüita. Se quedó jugando con nosotras. Lindo el pajarito.

-. Ah mira ve tú, a mi me pasó algo muy parecido.

-. Ahh... ¿sí? (cara de desconcierto)

-. Sí

-. Y... ¿Cómo fue?

-. Bueno, estaba yo en mi recreo y de pronto un hipopótamo cayó de su nido, le dí la mano y nos sentamos a comer brownies. Después vinieron mis amiguitos y las profesoras e hicimos una ronda gigante y después quise llevármelo a mi casa, pero mi mamá no me dejó. Bien buena gente el hipopótamo.

Beba no dijo nada, tomó los pocos dulces que le quedaban, los puso en un pequeño espacio que armó en su vestidito y se fue llorando.

Por primera vez había perdido la batalla de las hazañas.

Bebo sonrío

Qué fácil es hacer llorar a una mujer con unas cuantas mentiras.

lunes, 15 de noviembre de 2010

To die by your side, is such a heavenly way to die

Mirarte

mientras

todo pasa

y el olor

a tu cuerpo

y a mi cuerpo

invade

el espacio

donde

yacemos

esperando

volver

a enredarnos

Mirarte

(mientras duermes)

deslizar

los dedos

uno a uno

suavemente

a través

del río

de tu espalda

domingo, 7 de noviembre de 2010

Crystalised

Te acuerdas de cuando éramos bellas?

estrechas, cercanas

cuando esperabamos escondidamente
el momento para comenzar

y al fin llegó

la primera vez de todas nuestras primeras veces

mariposas en el estómago
las ansias retenidas
el grito que sale
pero que nunca se escucha

y así nos pasamos los meses
dando tumbos

alumbrando cosas nuevas
tras un parto acorralado, escondido y laborioso

después del dolor indoloro
de las heridas que no se sienten

sino hasta hoy

cuando compruebas todo el camino ya avanzado
y la brecha se acorta
y pasaste de patito feo al monstruo de las peores pesadillas

que hubieras tenido

y las lágrimas secas escurren mis adentros
mis tripas
mi voz

el vacío congénito

nunca se sintió tan real
como hoy



si alguien debe matarte, debo ser yo.