jueves, 30 de abril de 2009

Diario de una universitaria renegada

Ay... yo no gusto de nada
las mañanas son grises
los pajaritos molestan
el agua está medio fría
y no hay azúcar para mi café

Los micros pasan llenos
lo que pagas es una estafa
y encima
existe un absurdo mecanismo llamado "asiento reservado"
(para criaturas mitológicas, que en estado normal y por su condicion, NO SUBIRÍAN A UN MICRO)

Mis pasos son muy cortos
los terchos muy largos
y todo muy monótono
la naturaleza muerta
el desastre demográfico
y los baches más profundos aún

La gente ya nos es gente
el mundo cada vez es menos mundo
y yo aspiro a ser color
como un afiche chicha
pero la circunstancia me limita
a ser un simple arcoiris
en escala de grises

A pesar de eso

Todavía sueño.

Quisiera ser...

Ella se sentó frente a él.
Él la miró con esa su miradita típica de cuando ella aparece, y sus ojos tienen vida otra vez.
Ella está seria, él también o quizás más que ella aún; pero el ambiente sigue siendo ligero.

No han sido días de ánimos constantes, ella ha pensado mucho y al aceptar las cosas vive mucho más relajada. Él anda algo arisco, malhumorado y en instrospección constante.

últimamente se les hace un poco difícil soportarse, pero hay algo que puede mantenerlos unidos inevitablemente.
Él se saca los audífonos y ella bota el humo del cigarro, sonriendo.

él se inclinó un poco acercándose y con los ojos brillando por el sol le preguntó:
- ¿Por qué yo?

Ella sonrió más que antes, dejó del lado su rol de luna nublada y tomando su mano respondió:

-Porque los demás me aburren, porque tu eres diferente.

Y el eclipse se dio.