Ayer
Esperaba (sí, la maldita expectativa)
después de todo
caminando sola
que corrieras detrás mío
sentir
esa fuerza vertiginosa de los brazos,
como cuando alguien te aprehende para atacarte por la espalda
y me dijeras
que no ibas a dejarme,
que soy tuya.
Si mal no recuerdo
eso
nunca
pasó
y una voz que no oía hace bastante tiempo me dijo:
"Bienvenida nuevamente al lado más frío de la Luna"
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