"Pasaste a mi lado,
con gran indiferencia,
tus ojos ni quisiera voltearon hacia mí
te ví sin que me vieras,
te hablé sin que me oyeras
y toda mi amargura se ahogó
dentro de mí.
Me duele hasta la vida,
saber que me olvidaste,
pensar que ni desprecios, merezca yo de ti.
Y sin embargo sigues unida a mi existencia
y si vivo cien años,
cien años pienso en ti."
Le quiero dedicar este post a mi abuela, porque escuché esta canción con ella por primera vez esta mañana, mientras me contaba un secreto (no tan secreto) que me encantó:
Ella se ha hecho (más) fan de Pedro Infante porque le recuerda a mi abuelo cuando era joven, hasta en las muecas.
Es interesante el trasfondo de esto, cómo aquello que quieres/amas de alguien a quien ya no tienes más(por motivos diversos) puede verse reflejado o trasladado en otras personas, cosas, acciones; y servir como paliativo ante su ausencia.
Por eso,
"Yo veo tus ojos en sus ojos"
Lástima, a mí aún no me pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario